“Me gusta ser cercana y aportar en crear un buen ambiente”

En medio de una de las experiencias más nuevas que le ha tocado vivir en su vida profesional, Valentina Bittelman disfrutó especialmente su presentación ante los estudiantes de primero a cuarto medio, curso por curso, sala por sala. Buena para recordar nombres y caras, la nueva directora del ciclo Senior School empezó por meterse a fondo en el mundo que le ofrece The English Institute.

“De entrada, me llamó mucho la atención la actitud y la acogida de los estudiantes, que me escucharon atentamente. Me presentaba, contaba un poco de dónde venía, de mi vida deportiva, familiar, y en esa instancia sólo confirmé este perfil de estudiantes súper respetuosos”, destaca.

Después de haber trabajado en Bradford School desde que salió de la universidad como profesora general básica, con mención en inglés, Miss Valentina realizó un cambio significativo en su carrera. El segundo semestre de 2024 fue decisivo para ella.    

“Trabajé por 11 años en el Bradford, en distintos cargos, como coordinadora de inglés, profesora jefe, y también con un rol en el equipo directivo, como directora académica. Estaba en un lugar seguro, pero sentía que, si no hacía un cambio luego, no lo iba a hacer nunca. También influyó que en el segundo semestre de 2024 volví de post natal, luego de tener a mi segundo hijo, y ese tiempo estando fuera cambió mi mirada”, explica.

–¿Cómo fue la ruta para llegar al TEI?

–Me puse a mirar qué más había afuera, y empecé a buscar distintas opciones. Y me interesó el colegio, y el cargo, algo desafiante, porque era un rol nuevo. En Senior School me había tocado trabajar en cosas puntuales. De hecho, el Bradford tiene una gira a Inglaterra similar a la que tiene el TEI y en el 2022 me tocó ir, a cargo de 40 estudiantes de octavo básico.

–¿Qué rescata ahora, a casi un semestre de su llegada?

–Yo estaba muy atenta por llegar desde fuera a ocupar un cargo dentro del equipo directivo. Pero de inmediato sentí un recibimiento muy cálido de parte de todo el equipo. Luego me dieron espacio para hablar en las assemblies de bienvenida y ahí el respeto de los estudiantes y profesores al escucharme me dio confianza.

–¿Por eso pasó sala por sala?

–Claro, son muchos estudiantes, 40 cursos en mi ciclo, pero ha sido un agrado. Me estoy aprendiendo los nombres de varios todavía, pero salgo mucho al patio, voy a ver sus torneos de football y converso con ellos. El otro día le preguntaba a un alumno por el nacimiento de su hermanita. ¿Cómo se acuerda, miss?, me dijo. Habíamos hablado en abril y me había contado que nacería en mayo, y claro, me acordaba. Me gusta ser cercana con los estudiantes.  

–¿Es un sello que quiere marcar?

–Sí, y es un sello del colegio que me identifica. A todas las entrevistas de trabajo que iba antes de llegar al TEI hablaba de la llegada a las personas. En roles de liderazgo es clave ser ese referente cercano. La empatía, y que los profesores no te vean como alguien muy ajeno a la labor docente es muy importante para mí. Yo fui muy feliz como estudiante, como profesora, como miembro de equipo directivo y para mí llegar a los profesores y estudiantes y contribuir a un buen clima escolar es fundamental. Si me preguntan qué quieres aportar diría que en crear un buen ambiente. Creo que es la base para todo lo demás.

–Usted fue seleccionada chilena de hockey, parte de las Diablas. ¿Cuánto aporta el deporte en su labor?

–Parte de las Diablas es mucho decir, de hecho creo que en esa época aún no se utilizaba ese apodo para la selección nacional. Pero sí, tuve la oportunidad de representar a Chile en un torneo Sub 18 en Argentina. Además jugué por 22 años en Universidad Católica y me retiré el año pasado. El deporte es importante en tu formación, remarca el trabajo en equipo, y esto del bienestar de cada uno para el funcionamiento de ese equipo. Por eso, lo de los profesores es muy importante para mí también. El bienestar del profesor es fundamental para el de los estudiantes. Finalmente somos todos parte del mismo equipo.